Los diputados oficialistas avanzaron contra los cuatro jueces del alto tribunal alegando que son corruptos, mientras que la oposición replicó que se levantó “un circo” para afectar a la administración de justicia.
La decisión del Gobierno de acorralar y desgastar a la Corte Suprema tuvo su primer capitulo en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Los legisladores oficialistas utilizaron chicanas y argucias para descalificar a Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, pero hoy no exhibieron una solo evidencia que permita justificar la remoción de los cuatro jueces que están en la mira del Frente de Todos.
La defensa del alto tribunal fue ejercida por Juntos por el Cambio, que optó por castigar a la administración de Alberto Fernández en lugar de asegurar que los magistrados son inocentes de los cargos imputados por la bancada kirchnerista.
La reunión parlamentaria se extendió por más de tres horas, y su tono fue de menor a mayor. Los legisladores del Gobierno y la oposición -ambos con asistencia perfecta- saben que hoy fue un ensayo del debate que se aproxima. En febrero, se debe decidir la admisibilidad de las causas en contra de los cuatro jueces y esa será una compleja decisión que podría desatar un conflicto de proporciones en la Comisión de Juicio Político.
Hay presentados 14 pedidos de juicio político que implican 60 acusaciones en total contra Rosatti, Rosenkrantz, Lorenzetti y Maqueda. Y la comisión -con mayoría kirchnerista- tiene que definir qué denuncias se toman en cuenta. Esas acusaciones determinarán la marcha del proceso contra cada uno de los integrantes del alto tribunal.
Durante el debate parlamentario, Rosatti y Rosenkrantz fueron los jueces más mencionados por la bancada kirchnerista.
La diputada oficialista Vanesa Siley explotó contra el radical Mario Negri: “No le concedo la palabra por machirulo”
La diputada del FdT y miembro del Consejo de la Magistratura Vanesa Siley aseguró hoy que un sector importante del Poder Judicial «no tiene legitimidad social, está desacreditado y no responde a los intereses del pueblo», y sostuvo que el objetivo del juicio político es «preservar la institución de pésimos funcionarios».
«El objetivo es preservar la institución de los pésimos funcionarios que tiene la Corte Suprema», remarcó la legisladora al argumentar a favor del pedido de juicio político contra los cuatros integrantes del tribunal que impulsa el oficialismo.
Al comenzar su exposición, Siley sostuvo que «se habla mucho de que todos estamos de acuerdo en que el Poder Judicial no tiene legitimidad social, en que está desacreditado y no responde a los intereses del pueblo».
«¿Por donde creen ustedes que se empieza a cambiar a ese Poder Judicial? Se empieza por la Corte Suprema, si no vamos a empezar por cuestiones decorativas. Por eso, hay que empezar por la conducción del Poder Judicial, que es la instancia mayor revisora que tiene la intendencia del Poder Judicial: es la que baja línea política al interior de la justicia», observó.
En la misma línea, consideró que es muy bueno que la oposición reconozca que desde la restauración democrática la Corte Suprema que «tuvo mas legitimidad fue la de Néstor Kirchner«, en referencia al proceso de renovación del tribunal que se inició en el año 2003 tras la renuncia de los exministros de la llamada ‘mayoría automática’ de Carlos Menem.
Tras aludir a aquel proceso, Siley advirtió que la acción de la Corte se «fue degradando» y «tuvo un punto de inflexión cuando dos miembros (por Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz) aceptaron ser designados por el DNU», en el primer tramo de la gestión de Mauricio Macri.