Plan Maestro para el Sector Hídrico en la cuenca del Río Atuel

En el Cine Teatro Antonio Antonio Lafalla, el Superintendente General de Irrigación Sergio Marinelli, junto al Coordinador de Proyectos Especiales Internacionales de la empresa israelí Mekorot Diego Berger, explicaron el Plan Maestro para el Sector Hídrico.

Este viernes, Sergio Marinelli y Diego Berger, Coordinador de Proyectos Especiales Internacionales de la empresa israelí Mekorot, estuvieron en nuestro departamento informando y respondiendo todas las inquietudes acerca del Plan Maestro para el Sector Hídrico al 2050, en el que trabajan desde noviembre ambos organismos, Irrigación y la empresa estatal de agua Israelí: “Hay una nueva realidad, esta es la influencia del cambio climático, por lo que va a haber menos nieve y menos agua, por eso hay que cambiar las preguntas y nosotros estamos en una nueva etapa de aprendizaje. Por eso estamos trabajando en un plan de corto plazo y también en un plan de largo plazo, poniendo el foco en países que ya vienen trabajando desde hace mucho tiempo” explicó el Superintendente General de Irrigación Sergio Marinelli, quien manifestó que, si bien Israel no tiene similitudes con Mendoza, pero es importante observar el proceso y lo conceptual que realizan para preservar el agua.

En este marco, Marinelli explicó: “Ellos reutilizan el agua de las cloacas, lo hacen con muy buena calidad y la guardan en acuíferos para utilizarla cuando hace falta. Tienen un plan al 2050 donde ya saben cuánta agua van a necesitar, cuánta agua van a tener, en qué lugar y de qué forma la van a proveer a los agricultores”.

El plan tiene distintas etapas, y actualmente se está trabajando en la primera etapa, que termina a fines de marzo, y es el análisis de la situación actual de los recursos hídricos en todos los ríos de la provincia. La segunda parte tiene que ver con la oferta y la demanda. La oferta la estudiará el Ianigla a través de tres científicos y la demanda, es un trabajo de Economía, considerando los usos actuales, la matriz productiva y algunos escenarios prospectivos. Y la tercera etapa consiste en llegar a los respectivos balances hídricos en base a proyecciones de oferta y demanda. Con todo esto se llegará, por último, a un documento donde se plasmen las acciones y obras que permitirán atender esa demanda creciente con una oferta decreciente. “Desde hace tiempo estamos analizando que la legislación de Mendoza está muy desactualizada, a lo largo de los años se ha modificado la Ley de Aguas, de manera directa en más de 100 artículos, e indirectamente, a través de la Constitución Nacional en la reforma del 94, donde se incorporó lo ambiental porque no se contemplaba hasta ese momento, y también la modificó el Código Civil y Comercial de la Nación. Entonces, es necesario hacer un Código de Aguas, como ya tienen otras 18 provincias argentinas. En Mendoza se intenta desde hace más de un siglo”, expresó Marinelli, quien agregó que para poder ejecutar el Plan Maestro es necesario un Código de Aguas, a lo que aclaró que la política hídrica provincial está anclada en 10 artículos de la Constitución y los principios básicos no van a cambiar: se mantiene como principio rector la inherencia del agua al suelo, la autonomía del Departamento General de Irrigación y el sistema democrático en la figura de las Inspecciones de Cauce.

Por su parte, el Coordinador de Proyectos Especiales Internacionales de la empresa israelí Mekorot, Diego Berger, expresó: “Nosotros aportamos la experiencia que tuvimos en Israel, pero en definitiva se va a realizar una proyección a largo plazo para disminuir la incertidumbre. El principal problema del futuro va a ser, no solamente la cantidad existente, sino la variación entre un año y otro, muchos años de sequía y otros de inundación”. En esta misma línea aseguró que también se sumará un mayor consumo ya que la evaporación también será más alta debida al cambio climático, todos estos ítems y otros se evalúan en un plan maestro que apunte a incentivar la eficiencia.

“Todo el mundo tiene derecho al agua, pero también tenemos una obligación, por un lado es cuidar el agua y por otro no derrocharla, por eso es importante darle a cada uno lo que necesita, no siempre lo que quiere” concluyó Berger.

 

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