Entre el primer y el segundo semestre de 2022, hay 34 mil personas que cayeron bajo esta línea vulnerabilidad social.
La crisis económica mostró cómo la vara se ha puesto inevitablemente alta para miles de personas y familias en el Gran Mendoza: entre el primer y segundo semestre de 2022, se sumaron otros 34 mil individuos que quedaron por debajo de la línea de pobreza. También creció de manera importante la indigencia.
El promedio local en la principal área metropolitana de la provincia está por arriba del promedio nacional anunciado en la tarde de este jueves por el Indec: mientras que a nivel nacional la pobreza llegó al 39,2%, en el Gran Mendoza ascendió al 41,7% de personas pobres.
Respecto a los hogares en esta situación, el 30,3% no reúnen las condiciones para satisfacer adecuadamente sus necesidades.
Dicho en otros números: hay 435.458 personas en situación de pobreza, viviendo en 105.150 hogares.
En cuanto a la indigencia, en 17.358 hogares (5%) viven 73.586 personas (7%) bajo estas condiciones.
También en este caso se refleja un incremento, ya que en el primer semestre había sido de 4,6% y 3,8%, respectivamente.
En otras palabras, hubo un importante crecimiento de personas indigentes: más de 26 mil, entre un semestre y otro.
Sólo en la comparación interanual, hay un descenso. En el segundo semestre de 2021, la pobreza alcanzaba a 462.428 mendocinos -44%-, mientras que la indigencia impactaba en 74.121 personas.
En cuanto a la región, el Indec estableció que todas -salvo la pampeana- sufrieron números en crecimiento respecto del periodo anterior.
En el caso de Cuyo, el promedio entre las tres áreas metropolitanas fue del 39,6%. El Gran San Luis mantienen la tasa más alta, con el 45,2% de personas pobres, mientras que el Gran San Juan contiene al 33,2% de su población.
Las actuales cifras permiten determinar, a su vez, el impacto que han tenido otras mediciones locales. Por caso, la Canasta Básica Total. En el segundo semestre tuvo un aumento del 36,8%, que marca la línea de pobreza, mientras que la Canasta Básica Alimentaria -que define la indigencia- creció en ese periodo un 32,6%.
El componente inflacionario ha sido el principal factor de descenso social. El segundo semestre de 2022 ya partía ya con una inflación elevada: el acumulado en los primeros seis meses a julio era ya del 47,9% y terminó en diciembre con 96,9%.