Chile perdió un 25% de viñedos por los incendios y la uva que quedó tampoco pudo usarse para vinificar,
El Valle del Itala fue una de las zonas vitivinícolas más afectadas por los incendios en el vecino país. Los que pudieron salvar la cosecha admitieron que tampoco podían usarla porque está afectada.
Los incendios en Chile afectaron gran parte de las viñas que estaban por cosechar en marzo, el fuego arrasó con las viviendas de los que viven en las regiones y muchos debieron abandonar sus casas, para protegerse.
Los viñateros vivieron una catástrofe, perdiendo el 25% de las viñas de la región.
El fuego afectó la región de Ñuble, especialmente en el Valle del Itala dejando un balance es devastador. Miles de hectáreas quemadas y cientos de personas afectadas.
El rubro turístico, fue otro de los sectores golpeados, el enoturismo y especialmente las viñas. Las reservas que tenían se cancelaron por los incendios.
Las viñas se vieron afectadas de manera total o parcial, a nivel de infraestructura o pérdida de producción se pueden mencionar a: Viña Mora Reyes, Viña Tres C, Viña el Guindo, Viña Tierra y Sangre y Viña Entre Viñedos de Coelemu, Viña Juan Segura Wines de Quirihue; Viña Lomas de Llahuén y Viña Altos del Valle de Portezuelo, además de Viña Don Sebita, Viña Doña Elita, Viña Castellón de la comuna de Ranquil, entre otras del territorio afectado.
Según el presidente de la Asociación Gremial de Viñateros del Valle del Itata, Víctor Castellón, las viñas que presentaron complicaciones con los incendios llegan al 80%.
Una de las zonas afectadas por los incendios es Coelemu, de 1.600 hectáreas de viñas que hay en la zona, estiman que son unas 400 las que están afectadas. A los daños por el fuego también se le suma un segundo efecto, que es por el humo, que también impacta la fruta y no la deja competir en términos de vino de calidad para sacar al mercado.
Muchos viñateros hicieron cortafuegos en la parte cercana a los viñedos para que no sufrieran los daños que se ven en otras fincas pero no contaban con que el humo afectaba a la uva. Tampoco pudieron usarla para hacer vinos de alta gama.
Algunos enólogos buscaron la forma de vinificar sin que ese factor se interponga a costa de perder materia prima, pero no fue posible.