Los medios periodisticos de San Luis indican que fue probada la identidad de la familia que viajaba con documentos caseros. En tanto el rodado llamado por ellos «Terranave» al carecer de documentación quedará retenido en esa provincia. Este caso prueba lo permeables que son las fronteras, ya que estas personas ingresaron desde el exterior y lo hicieron por carriles normales.
Al no pesar sobre ellos restricciones judiciales y poder probar la identidad de los menores, estos viajarán hacia Villa Dolores.
Los ocupantes de la “terranave”, una pareja y cuatro niños, que viajaban con documentos de identidad caseros partirán hacia Villa Dolores, provincia de Córdoba. Ya no pesa sobre ellos ninguna restricción ni demora de circulación, tras tres días de una insólita puja judicial.
Esa disputa se inició cuando al llegar a un puesto policial de Las Palomas, entre las provincias de San Luis y Córdoba, los adultos declararon que ellos y sus “descendientes” eran “ciudadanos del mundo”. Y por esa condición no tenían documentos de identidad ni tampoco papeles del vehículo. Esa situación derivó que fueran escoltados hasta la subcomisaria 40 del paraje Los Cajones.
Los dos adultos, el hombre que se autopercibe como Klonnex y su pareja que se autopercibe como An, viajaban junto a cuatro menores de 12, 8, 5 y 2 años. En un primer momento, solo accedieron a identificarse ante las autoridades con documentos elaborados por ellos mismos. El no poder verificar el vínculo generó la intervención del Juzgado de Familia y de la Justicia Federal.
La certificación de la documentación de los niños llegó desde Chile. La hermana de An envió vía digital y escaneado sus documentos de identidad. De tres de ellos.
Sobre la niña de dos años envió fotos del embarazo y del parto en la propia casa de An. La Justicia aceptó esas pruebas.
Sin embargo, sobre el vehículo aún quedan trámites por cumplimentar y por eso está retenido. Se trata de una camioneta Honda CRV gris, que llevaba una patente casera con la inscripción UCC-1-308 y la frase “propiedad privada. Para justificar la ausencia de documentación de la camioneta, An dijo que la “terranave” no requería de papeles y que había sido dada de baja en Chile. Por lo tanto, ese vehículo ya no pertenecía a la “Corporación” (País).
Se esperaba que, para la noche de Viernes Santo, los dos adultos y sus niños fueran alojados en casa de amigos en Villa Dolores tras no pesar sobre ellos ninguna restricción. La “terranave” por ahora quedará un tiempo en el paraje Los Cajones, que vivió en los últimos días de ficción que ni los filósofos más encumbrados hubieran escrito.
Fuente Naschel Noticias/Imagen Norte Puntano