La Laguna Setúbal, emblemático espejo de agua que abraza Santa Fe Capital, sufrió primero las consecuencias de la bajante histórica del río Paraná y luego, con la crecida de las aguas, la formación de muros de vegetación que afectaron severamente la navegación habitual que forma parte de la vida de la sociedad santafesina. Es por eso que este miércoles 3 de mayo, el Ejército Argentino determinó el inicio de los trabajos de liberación de los sectores donde plantas de camalotes y demás flora acuática generaron un embalse de alrededor de 10 hectáreas.
Las tareas estarán a cargo del Batallón 121 de Anfibios de Santo Tomé, pertenecientes a la Prefectura Naval. Se llevarán a cabo durante 5 horas diarias, durante un período de, al menos, 15 días.
El objetivo es liberar inicialmente el punto donde la vegetación rodeó los pilotes del ex ferrocarril, por una extensión de 500 metros que se transformaron en una verdadera pared que hacía impenetrable ese sector de la laguna.