El legendario cantante estadounidense Tony Bennett murió este viernes a los 96 años en Nueva York. En 2021, la familia del artista reveló que Bennett padecía alzhéimer.
El intérprete se hizo reconocido por su peculiar forma de cantar, suave y murmurante, sin proyectar la voz, y por éxitos como The Way You Look Tonight.
Su carrera comenzó en 1951 y durante sus siete décadas de dedicación a la música vendió más de 50 millones de discos y ganó 18 premios Grammy. Disfrutó de un resurgimiento en los noventa, adquiriendo popularidad entre el público joven, en parte por una aparición en el proyecto MTV Unplugged. Su colaboración de 2014 con Lady Gaga, Cheek To Cheek, debutó en la primera posición de las listas de los más vendidos en Estados Unidos.
Nacido como Anthony Dominick Benedetto en 1926 y de padres inmigrantes italianos, Bennett tuvo una infancia pobre en Queens, Nueva York. Su padre murió cuando él tenía 10 años, aunque para entonces ya cantaba profesionalmente. De adolescente trabajó como cantante en clubes y restaurantes. Poco después se matriculó para estudiar música y pintura en la Escuela de Arte Industrial de Nueva York.
En 1962 alcanzó el estatus de superestrella gracias a su versión de la canción de 1953 I Left My Heart in San Francisco. La canción le valió dos premios Grammy y se convirtió en un estándar del pop del siglo XX.
Tras el fracaso de su primer matrimonio, con Patricia Beech, con quien tuvo dos hijos, Danny y Deagal, Tony Bennett se casó de nuevo con la aspirante a actriz Sandra Grant en 1971. Junto a sus dos hijas, Joanna y Antonia, la familia se mudó a Los Ángeles, donde el músico adoptó un estilo de vida de fiestas interminables y cocaína que “fluía tan libremente como el champán”, como expresó en su autobiografía de 2007, La buena vida.
En plena vorágine de dinero, fama y éxito, aturdido por el alcohol y las drogas y acorralado por la Hacienda estadounidense, Bennett cayó inconsciente en una bañera debido a una sobredosis. Su entonces esposa lo rescató, aunque fue el principio del fin de su segundo matrimonio. Bennett parecía haber tocado fondo, pero conoció a la que fue su esposa desde ese momento y hasta el final de sus días: Susan Crow, una profesora y gran admiradora del músico cuyo primer encuentro surgió tras un concierto.