El aumento de casi el 100% de las tasas municipales tiene por objeto la compra de “ciervo ahumado y caviar” según detalla un prestigioso diario provincial. Esta noticia se conoce luego del escándalo por el robo de materiales de construcción, que luego se vendían en un corralón, del cual el comité de la UCR era cliente habitual. El manejo discrecional y oscuro de los fondos municipales no ha cambiado desde la época de Luis Lobos.
Mientras los fondos públicos se dilapidan en engordar los bolsillos de peronistas y radicales o financiar sus comidas de lujo el pueblo trabajador de Guaymallén paga las consecuencias del desfinanciamiento de todos los sectores del municipio.
A los grandes hipermercados se les reduce impuestos y condonan deudas, se ha establecido una política de persecución y recaudación contra los feriantes y almaceneros de barrio, clausurando y multando a los emprendimientos que son sostén de familias
Los barrios populares siguen sin urbanizar, caen dos gotas de agua y se inundan zonas enteras. Al mismo tiempo se desfinancia y paga salario de miseria a los trabajadores de obras municipales. La actitud con las grandes constructoras es la opuesta, se le indexa a valor dólar el pago, como es el caso de la obra interminable del carril Godoy Cruz.
El desmanejo y corrupción en el departamento profundiza las consecuencias de los gobiernos nacionales y provinciales, que han llevado la inflación a casi el 100% y los niveles de pobreza a más de la mitad de la población.
No importa qué fuerza política gobernó, si el PRO, la UCR o el PJ en todos los casos las condiciones de vida del pueblo trabajador han retrocedido sin atenuantes. Es claro que se deben ir porque sólo pueden ofrecer padecimiento a quienes vivimos de nuestro trabajo al mismo tiempo que se llenan los bolsillos los funcionarios, sus parientes y amigos más cercanos que progresan como grandes empresarios a costa de los fondos públicos.
Están preparándose para aparecer como enfrentados en las vísperas de las elecciones. El balance de las últimas décadas es claro: Endeudamiento serial, pobreza, miseria, trabajo mal pago y precario.
Con esta convicción el Partido Obrero en el Frente de Izquierda está recorriendo el departamento con sus principales dirigentes, con el objetivo de preparar una gran conferencia para el mes de febrero, para discutir una acción unificada de todas las fuerzas del FIT, pero también abierto a todos los luchadores del agua, del movimiento sindical y de la mujer, de la juventud y el movimiento estudiantil. Es clave una movilización de este tipo para contraponer a una agenda popular los debates sobre la megaminería, la productividad o la reforma laboral.
Para enfrentar a los políticos capitalistas es necesaria una izquierda masiva, popular y movilizada en cada barrio, lugar de trabajo y estudio. El avance en términos electorales debe estar respaldado por una gran construcción de base para imponer los reclamos más sentidos y comenzar a darle cuerpo a un gobierno de los trabajadores.