Ola de calor: Las altas temperaturas afectan al cerebro

La mayor parte de Argentina se mantiene bajo alerta por una intensa y persistente ola de calor. El calor intenso afecta a tu cerebro.

Los seres humanos (hasta cierto punto) somos capaces de regular la temperatura corporal en 37 °C, independientemente de la temperatura ambiental que nos rodee, esa cualidad es propia de los animales homeotermos. Para regular la temperatura corporal el hipotálamo, el aparato respiratorio y la piel, trabajan en conjunto para lograr el objetivo.

El hipotálamo es un área del cerebro que controla la temperatura del cuerpo, el apetito, la sed, la frecuencia cardíaca, etc. Está ubicado en el encéfalo, la zona central de la base del cerebro que controla el funcionamiento del sistema nervioso y la actividad de la hipófisis.

Según investigadores en neurobiología, existe un límite a partir del cual nuestro cerebro deja de funcionar correctamente, cuando nuestra temperatura corporal supera los 40 °C el hipotálamo no logra desarrollar sus funciones normalmente.

Si por exceso de calor en el ambiente la temperatura corporal sube más allá de los 40 °C, el sistema natural de enfriamiento se ve alterado y no logra activar el proceso de liberación de calor a través del sudor, en ese momento es cuando se puede sufrir el temido golpe de calor, que incluso puede provocar hasta la muerte.

l hipotálamo es el que ayuda a mantener el equilibrio en las distintas funciones internas del organismo, por eso, cuando el cerebro se ve afectado por una ola de calor y tiene que trabajar en exceso para mantener la temperatura corporal adecuada, deja en un segundo plano a las otras funciones como: el equilibrio, la atención, el sueño, etc.

Si dichas funciones se ven ralentizadas nos volvemos más vulnerables y la situación se puede tornar peligrosa. Como los impulsos nerviosos se propagan más lentamente, nuestra capacidad de respuesta también es mucho más lenta, afecta así a nuestro estado de ánimo, nos sentimos más apáticos, cansados, irritables y hasta confundidos, son algunos de los síntomas típicos del golpe de calor.

Recordemos que mientras dormimos nuestro cuerpo realiza una serie de funciones importantísimas de «regulación y mantenimiento”, necesarias para el organismo, lamentablemente, durante una ola de calor el correcto descanso puede volverse una odisea. Otra de las funciones del hipotálamo consiste en regular el sueño y la vigilia, las altas temperaturas desorientan al hipotálamo y se producen una hiperexcitación del cerebro, por lo que nos cuesta tener un descanso reparador que es de vital importancia.

Además, «con el aumento de la temperatura corporal las proteínas pierden su estructura y se ‘desnaturalizan'», así lo afirma Morales. Este proceso deriva en una respuesta inflamatoria del sistema nervioso, que modifica el estado de equilibrio entre todos los sistemas del cuerpo que se necesitan para sobrevivir y funcionar correctamente (conocido como homeostasis).

Cuando hace mucho calor y no nos hidratamos bien (con agua y más frecuentemente), surge la deshidratación. Los profesionales de la salud explican que cuando la pérdida de agua supera el 2% del peso corporal puede provocar alteraciones en el cerebro como la pérdida de memoria a corto plazo, también fatiga muscular y somnolencia. Por otro lado, la deshidratación lleva a una acumulación de toxinas en el cuerpo, porque no lograron eliminarse de manera correcta.

Otro método propio del golpe de calor es la debilidad motora, la falta de equilibrio y coordinación en los movimientos. Esto es porque el exceso de calor afecta la barrera hematoencefálica que protege a nuestro sistema nervioso central, alterando ese equilibrio y debilitando mucho a nuestras neuronas (especialmente a las llamadas células de Purkinje), ubicadas en el cerebelo responsables de la función motora, explica el Dra. Morales.

Tu celular también sufre las altas temperaturas

Los dispositivos electrónicos no funcionan de la misma forma cuando están expuestos a temperaturas extremas un tiempo prolongado, en el de los teléfonos celulares el componente básico más sensible a la insolación y a las altas temperaturas es la batería.

Las altas temperaturas a: los electrodos (causando su degradación y la pérdida de capacidad por el aumento de la resistencia), a su capa protectora, y al electrolito (porque la sal de litio que lleva los iones de un electrodo a otro se descompone con las altas temperaturas, y en consecuencia deja de transportarlos).

 

 

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