Alta convocatoria en Encuentro binacional del paso Planchón-Vergara

Amplia participación y expectativas por un nuevo encuentro binacional argentino chileno.

Más de tres mil personas acudieron esta fin de semana al XIV Encuentro Binacional Chileno-Argentina, en el paso Planchón-Vergara, situado a 2.400 metros s/n/m, entre la provincia de Mendoza (departamento de Malargüe) y la Región del Maule (municipio de Romeral).

El encuentro sirvió para visibilizar este corredor bioceánico que, junto con los pasos Las Damas y Pehuenche, conforma el llamado Sistema Pehuenche, espacio de frontera con gran potencial turístico a partir de sus bellezas escénicas, sus aguas termales (El Sosneado, Los Molles, Cajón Grande, El Azufre, El Flaco) y sus proyectos de innovación e infraestructura para crear nuevos polos de desarrollo, como el Centro de Deportes Invernales «El Azufre», que espera atraer inversiones por 250 millones de dólares para generar miles de puestos de trabajo de alta calidad.

«El paso Planchón significa Patrimonio, Aventura y Turismo», sintetizó el alcalde de Romeral, Carlos Vergara, pilar político del proyecto, de presencia continuada a lo largo de los años en estos encuentros. Desde su punto de vista, la terminación de las obras del Sistema Pehuenche significará un avance sustancial para el desarrollo de dos territorios postergados de ambos países. En efecto, del lado argentino, Malargüe es un departamento enorme, con cerca de 40.000 km cuadrados, equivalente a Holanda y Suiza; pero apenas tiene una población de 27.000 habitantes por la falta de puestos de trabajo; y del lado chileno, suceda algo parecido: la Región del Maule es una de las tres más pobres del país. Si ambos territorios logran activar sus recursos naturales y culturales, a través de la puesta en valor del Sistema Pehuenche, se puede revertir la situación.

Se espera que la terminación de esta carretera facilite el encadenamiento productivo con las pymes locales, a través del intercambio de productos de alta calidad que se elaboran a ambos lados de la cordillera. «Es ridículo que las famosas cerezas de Romeral viajen varios días para llegar a mercados de Europa y Asia, cuando podrían estar en pocas horas en Malargüe», explicaba el jefe de comunicaciones de Romeral, Guillermo Vergara.

Como es tradicional cada año, los vecinos de ambos lados de la frontera se encontraron en este lugar para compartir una convivencia de dos días, con sus carpas, fogones y guitarras. También se realizaron espectáculos artísticos, danzas folclóricas, competencias deportivas y excursiones. La más impactante fue a la laguna del Planchón, lugar por donde cruzó en 1817 la División Sur del Ejército de los Andes, al mando de Ramón Freire, para asegurar la independencia del Cono Sur de América.

También se presentaron artesanías, comidas típicas y propuestas culturales de gran tradición. La comuna de Romeral, capital nacional de la cereza, exhibió su producto estrella, el estilado de cerezas, que causó sensación, lo mismo que los famosos chivitos de Malargüe.

Al acto contó con la presencia de autoridades nacionales, provinciales, regionales y municipales, entre ellas, el alcalde de Romeral, Carlos Vergara y su par de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, junto con la senadora mendocina Jessica Laferte, los diputados nacionales Francisco Pulgar y Felipe Donoso. También asistió la Seremi de Transporte del Maule (grado equivalente al ministro provincial en Argentina), Ximena Oliva y el Delegado Presidencial José Patricio Correa.

Fue notable también la presencia de una nutrida delegación del Comité paso Las Damas de la Cámara de Comercio de San Fernando, muy comprometida con el proyecto del paso Las Damas, que forma parte del Sistema Pehuenche junto con los pasos Pehuenche y Planchón. Del lado argentino, el principal representante del mundo empresario fue Ignacio Beccar Varela, titular del proyecto El Azufre.

La representación diplomática estuvo asegurada con la presencia del cónsul general de Chile en Mendoza, David Quiroga, y naturalmente, el alma del Sistema Pehuenche, el cónsul honorario de Chile en el sur de Mendoza, Floridor González. También estuvieron presentes autoridades de Gendarmería Nacional, Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, Servicio Agrícola Ganadero, entre otros.

Fue importante también la presencia de Miguel Herrera, titular de la Asociación Sanmartiniana de Malargüe, quien pronunció un sentido discurso de homenaje a José de San Martín el 250 aniversario de su natalicio.

También se rindió homenaje a los pueblos originarios que circularon por estos territorios en los siglos XVII, XVIII y XIX, particularmente los pehuenches, chiquillanes y puelches. Se calificó a las personas de esos pueblos como «hermosas» y que debían valorarse, para comprender mejor la importancia del mestizaje que se produjo con la interacción con los colonizadores europeos, para crear las actuales repúblicas de Argentina y Chile, que son esencialmente, pueblos mestizos.

La organización presentó serios desafíos de organización. Por ejemplo, la aduana del lado chileno tuvo de multiplicar por ocho el personal para atender el creciente flujo de personas interesadas en asistir al Encuentro. «Vamos a necesitar más infraestructura para poder atender esta cantidad de gente», advirtió el inspector de la PDI a cargo de la Aduana. Además se instaló antena de internet satelital, para conectar los servicios de Elon Musk, y asegurar el servicio de internet de alta calidad durante los tres días del encuentro.

El evento tuvo algo de «Parlamento», en el sentido de compromisos y acuerdos entre partes en territorios de frontera, tal como antiguamente se hacía entre la Corona y los pueblos indígenas. Tal como ocurría entonces, los delegados al Encuentro fueron agasajados con un banqueta de alto nivel: esta vez le tocó el turno a Chile, y comprometió el catering del chef maulino Rubén Tapia (equivalente en Argentina a Francis Mallmann), quien deslumbró con comidas tradicionales chilenas: pastel de choclo, ceviche, salmón y pastel de jaiba, acompañado por vinos y bebidas típicas, incluyendo un agua de miel con harina tostada, alimento muy valorado por los arrieros de los siglos XVII y XVIII.

Reporte gentileza del Profesor historiador Pablo Lacoste
Cámara de Comercio y Turismo-Comité Paso Las Damas de San Fernando.

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