Hallar turistas a cualquier hora y en cualquier parte del departamento pasó a ser una constante. Ello era lo que pergeñabamos un grupo de entusiastas allí en la década del 80 que nos conformamos en la Asociación Sanrafaelina de Turismo y trabajamos duro y mucho, solamente dando , mientras que solo pedíamos que nos visitaran. Fue entonces que comenzaron a acostumbrarse a nuestro terruño.
Los periodistas a veces tenemos antojos, por ejemplo beber cierto y determinado vino con un corderito asado a la llama, que era el menú previsto para el día. Así que el pasado miércoles (día del Periodista) me dirigí a la Bodega La Abeja a adquirir un Malbec que sería parte del agasajo a un querido amigo que me visitaría, y me llevé una grata sorpresa habían 5 colectivos de turistas, y estaban adquiriendo los vinos que elaboran en la histórica Bodega, donde viviera Rodolfo Iselín.
Debí aguardar un tiempo, ya que los turistas tenían su correspondiente numerito para adquirir los exquisitos productos elaborados en La Abeja. Cuando llegó mi turno le consulté a la amable joven que me atendió, si era una casualidad que me hubiera cruzado con tantos turistas, y la niña me afirmó » casi toda la semana sucede lo mismo, son muchos los que vienen» y agradeció a dios el trabajo, ya que caso contrario no estarían realizando alguna actividad.