La canasta que mide la pobreza en Mendoza aumentó 92% en 2024, pero la inflación pegó más en los indigentes.
La Canasta Básica Alimentaria tuvo un incremento del 80% en un año, mientras que la variación de precios de los alimentos en la provincia llegó al 94%.
Una familia de Mendoza integrada por cuatro personas necesitó ingresos en diciembre por la suma de $899.492, para evitar de este modo estar por debajo de la línea de pobreza.
Ese mismo grupo familiar tuvo que juntar la suma de $359.796 para no ser indigentes, para el mismo periodo.
Las cifras fueron producidas por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas, paralelas al dato de la inflación para la provincia.
En un año, la Canasta Básica Total -que sirve para medir la pobreza– aumentó un 91,7%.
En tanto, la Canasta Básica Alimentaria -que ayuda a medir la indigencia– tuvo una variación de 80,2% en el mismo periodo.
Según las estadísticas oficiales, la provincia tuvo una inflación anual de 105,7%, es decir, superior a las mediciones de la CBT y CBA.
Lo que más inflación en un año tuvo fue el segmento de Vivienda y Servicios Públicos, seguido por Otros Bienes y Servicios.
Los Alimentos, que repercuten en la Canasta Básica Alimentaria porque es lo mínimo que se puede garantizar una persona en situación de indigencia, tuvieron en 2024 una inflación de 94%. Es decir, el dato fue superior a lo que los indigentes pudieron costear durante el año.