La fuente de los candados de Uruguay

En pleno centro de Montevideo , Uruguay, se encuentra esta pintoresca y romántica fuente en la que si dejás un candado con las iniciales de dos amantes, la historia dice que volverán juntos a Montevideo y estarán siempre unidos.

La fuente fue importada de México, más precisamente de Puerto Vallarta, y pasó un largo período para que se transformara en la fuente que actualmente sella el amor de extranjeros y uruguayos.

Los propietarios del restaurante Facal, ubicado en 18 de Julio y Yi, decidieron darle utilidad a la fuente, que durante mucho tiempo permaneció sin agua. Al poco tiempo de instalada, y sin saberlo sus dueños, las parejas comenzaron a comprometer su amor en ella.

«Importamos la fuente de piedra volcánica y quedó guardada durante casi 15 años», explica Federico Celsi, uno de los propietarios de Facal. Nos Cuenta que a la fuente le siguió por seguridad la reja que la rodea y «una vez que se puso la reja comenzaron a aparecer candados, candados y más candados».

La sorpresa y la intriga permanecieron durante un tiempo. «Nosotros decíamos ‘qué corno son’, y llegamos a pensar que podían ser para las bicicletas y los mandamos sacar», dijo Celsi. «Sacamos una torta de candados, pero luego empezamos a hacer averiguaciones,y fue ahí que supimos de «los candados del amor» de las farolas del puente de Milvio, en Roma».

El puente Milvio, que cruza el río Tíber, es un atractivo no sólo para las parejas extranjeras sino también para los propios romanos. Allí los que se aman escriben su nombre en el candado, con las iniciales de ambos, y lo colocan en uno de los faroles que se encuentran en el puente. Una vez que está cerrado el candado, y por lo tanto su amor, tiran la llave al río Tíber, para que éste nunca más sea abierto.

En Montevideo, Uruguay, la pequeña fuente céntrica se está convirtiendo de a poco en un símbolo para las parejas. «Rosanna y John», «Steve y Alex, 25/01/08, Australia», «Vero y Fede», «C y L, Córdoba, Argentina», «Andy y Mati», «14/2, San Valentín, juntos», son algunas de las inscripciones que se pueden leer en los candados de la fuente.

«Está bárbaro. Hay candados de australianos, brasileros, argentinos, y algunos especialmente tallados. A mí me da mucha gracia. Todos los días estaciono el auto enfrente, paso por acá y vicho si hay alguno nuevo», dijo el entrevistado contemplando la fuente.

«Hicimos esto porque en Uruguay no hay atractivos turísticos. Parecerá una estupidez, pero en todas partes del mundo está lleno de pequeñeces como éstas, que hacen que el turista viaje, se saque una foto y quiera volver», concluyó Celsi.
*Por RMBerdugo para Dìa del Sur Noticias

Temas relacionados