El nuevo Administrador Apostólico de la diócesis envió un saludo a todos los feligreses del sur mendocino. “Queridos hermanos, me acerco a ustedes en primer lugar para hacerles llegar un abrazo fraterno, adelantándome al deseado encuentro con las comunidades parroquiales, con los movimientos, las comunidades educativas, la vida consagrada y con nuestros seminaristas. Ya voy conociendo a los sacerdotes en encuentros decanales”, comentó al comienzo de la carta.

“Desde el día en que me comunicaron el pedido del Santo Padre de acompañar al Pueblo de Dios en esta Diócesis con sede vacante, los abracé en la oración. Asumo así lo que nuestro Señor me confía para amar, peregrinando con ustedes en comunión, creciendo juntos en la fe y renovando nuestro ardor misionero”, agregó.

“Llego a esta comunidad diocesana como servidor. Lo que dije a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Mendoza en el día de mi ordenación episcopal, se los digo hoy a ustedes queridos hermanos, sé que no puedo darles todo lo que necesitan, pero si vengo a darles todo lo que tengo, a entregarme durante este tiempo con corazón entero”.

“Confiando que es el Espíritu Santo quien anima nuestro peregrinar, los invito a que fijando la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús (Hbr 12,2) celebremos la gracia del año jubilar en la certeza que la esperanza no defrauda (Rm 5,5)”, exhortó Monseñor Mazzitelli.

Citando un punto de la bula del Jubileo 2025 ≼El entretejido de esperanza y paciencia, muestra claramente cómo la vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta, que es el encuentro con el Señor Jesús≽, Monseñor agregó: “una esperanza que nos compromete a vivir la caridad en el presente que nos toca”.

“Querida comunidad diocesana, que el Señor los bendiga, que Ntra. Sra. de Lourdes los proteja y que San Rafael los acompañe”, concluyó.