CINE
Puelo: El perro que le robó el corazón a Darín y se quedó en el de todos

En medio del rodaje de El Eternauta, entre cámaras, guiones y estrellas… apareció Puelo, un perro rescatado en Chubut y criado entre misas y afectos en una parroquia de San Telmo. No tenía entrenamiento actoral, pero sí algo que no se aprende: alma.
El primer día de grabación, Puelo no necesitó ensayos para brillar. El director Bruno Stagnaro lo vio y supo que era "el indicado". Así, sin casting ni correa, se convirtió en parte del elenco. Pero su conexión más profunda fue con uno solo: Ricardo Darín.
“Pan y manteca”, dijeron los que los vieron juntos. Puelo arañaba la puerta del camarín de Darín, entraba y pasaban horas juntos en silencio, como si se conocieran de toda la vida. Luego salían a escena: Puelo adelante, Darín atrás. Como si la historia ya estuviera escrita.
Pero no todos se ganaban su cariño. A los técnicos, a los extras… ni los miraba. Puelo era de un solo corazón, y lo había entregado entero.
Hoy, con 9 años y caminando tranquilo por Parque Lezama, todavía carga troncos de 5 kilos y exige carne en su plato. Y aunque duerme en cama, su espíritu sigue siendo el del perro callejero que supo encontrar su lugar en la ficción... y en el corazón de uno de los grandes.
Porque algunos actores se aprenden el guion… y otros, simplemente lo viven.