El Mago Alfredo y su pandilla

Juntar, sin barajar… mostrar lo que no se tiene, para vivir de lo que se pretende… sobre todo cuando hablamos del Poder, de los privilegios que ese lugar otorga en una búsqueda constante. Tristemente ya al mago no le importa disimular los trucos, se le ven las cartas debajo de la mesa, tiene el conejo en el sobaco y la paloma le viene asomando por el poto. En medio del cotillón y el papel picado, el mago de cumpleaños balbucea, se pone fastidioso con el público y ya no le importa usar galera… sin dudas, perdió el respeto del público que le anticipa las trampas.

Si este mago pierde la magia ya no la va a poder recuperar. Ya no será la estrella principal del circo y quedará en un segundo plano, ubicado entre los payasos y, para peor, sin la experiencia ni gracia para sobresalir entre ellos.

Sabemos que a este mago la gira nacional le quedó muy grande y nunca pudo afianzar su protagonismo, algo que este cronista redacta desde hace algunos años. Parte de esa falta de agarre allá donde atiende Dios es por impericia de ajenos que no ven la enorme posibilidad de El Distinto, pero esa es otra historia y más cuando el distinto trata de imitarlos pasando a ser el ayudante del Tío Tom.

El Cornejismo atraviesa un proceso de transformación buscando adueñarse de acorralados radicales que deben elegir entre seguir siendo protagonistas o perder sus colores (blanco y rojo) en manos de quien un día los vestirá solamente de morado.

El colorido Cambia Mendoza de Laura y Alfredo daba una mejor idea de diversidad partidaria y de fuerza dialoguista

Si miramos con atención a lo largo de los años, desde su sobreactuado despotrique contra Paco Perez, con un logo multicolor de «Cambia Mendoza» con mucho amarillo y rojo, hasta estos tiempos de pleno morado cornejista… es esa la paloma que le asoma por el traste con descaro, amontona personas que dicen representar a tal o cual y con su varita las proclama «Partidos Políticos» en una supuesta fuerza multipartidaria de obsecuentes desesperados por un carguito público que le acreciente los ahorritos.

Ahora se terminaron los colores y todo es morado a gusto de los caprichos de Alfredo

Este acto del mago representa un gran engaño, puesto que esos «Partidos Políticos» que autodenominó el surrealista Alfredo, no son veraces, ya que deberían tener personería jurídica y política y parte de la misma es que 4.000 mendocinos te apoyen para que los represente, tal como lo indica la Ley 23.298, art. 7.

Algunos de ellos llevan años buscando esa personería y no lo consiguen, pero el Mago te muestra que él puede subirlos, señalar y mostrar como príncipes a quienes solo son mozos de cuadra. Si cada “partido” que dicen tener como parte del Frente Cambia Mendoza tuviese 4000 fichas de afiliación serían padrón completo. Para peor, ahora el mago busca también de la parte gremial , un gran bleuf para incautos obviamente, hasta aquí son solo un rejunte de personas que «dicen ser» sindicalistas y son solo empleados correligionarios.

En este momento las únicas fuerzas jurídicas políticas que confirmaron estar en el mágico Cambia Mendoza de Cornejo son la UCR, los piqueteros de Libres del Sur y el peronismo del Partido Fe… el resto aún está «flojo de papeles».

Hoy «Cambia Mendoza» paso a ser una oficina del Cornejismo y eso impulsa a un Omar De Marchi que no encontró lugar para ser y crecer, puesto que es imposible para cualquiera y quizás por ese respeto que se debería tener a tanta trayectoria y militancia es que podría abandonar el frente.

Queda saber si los radicales dejarán de ser los herederos de Yrigoyen y pasarán a ser los funcionales empleados de Cornejo, o realmente despierten desde su comodidad. Estamos en un momento bisagra, ante la posibilidad de que el Cornejismo sea un Absoluto, acompañado por el electorado más por la decepción que por la esperanza. Sin dudas, los mendocinos definirán una vez más nuestro diario continuar… será como yo lo imagino o será una Mendoza feliz.

Por Martín Orozco/www.biencuyano.com.ar

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