Se emitió el boleto de agua superficial y la primera cuota, que vence el 17 de febrero. En marzo vencerán los tributos de agua subterránea y de control de contaminación.
El Departamento General de Irrigación emitió el cronograma de pagos de los servicios de agua superficial, subterránea y de control de contaminación. También el boleto anual y la primera cuota del superficial, que ya se están distribuyendo.
El Honorable Tribunal Administrativo del organismo sancionó el Presupuesto de Gastos y Recursos para el 2023 -de $5 mil millones de pesos-, y en él se establece el cronograma de cobros para los servicios de agua superficial, subterránea y control de contaminación (canon RUE). De esta forma quedó establecido el siguiente calendario:
Los usuarios podrán cancelar el ejercicio 2023 en forma anual o en cuotas (con un interés financiero por cuota acumulable del 5% mensual, tasa que podrá ser ajustada en el caso de que la TEM de Banco Nación supere el 20%).
Además, quienes pagaron en término el 2022 con el Boleto anual correspondiente, obtienen un 18% de descuento, con el pago del Boleto Anual 2023.
En los últimos años el Departamento General de Irrigación (DGI) ha venido incrementando el canon solamente considerando la inflación estimada oficialmente por el Gobierno Nacional. O sea, muy por debajo de la real, que en 2022 alcanzó el 95%, y en 2021 el 50,9%. El organismo asumió el riesgo que esto representaba pensando en sus usuarios. La pérdida de poder real de la moneda, sumado a la fuerte caída en la recaudación por causa, sobre todo, de las heladas, repercutió negativamente en las cuentas del DGI. Y también de las Inspecciones de Cauce, que solicitan apoyo financiero a Irrigación.
Para el año 2023 el aumento de la cuota de sostenimiento de Irrigación es del 108%, partiendo del valor de la sexta cuota del pago por agua superficial y el 60% de inflación previsto por el INDEC. La emisión del boleto fue este viernes 13 de enero.
¿Por qué esta decisión? Para que el organismo no se desfinancie, y pueda mantener la sostenida inversión en obras que viene mostrando desde hace más de 5 años, pueda hacer frente a los gastos corrientes propios de la actividad y las obligaciones salariales de una planta de personal reducida considerablemente.
Precisamente, anticipándose a un contexto económico cada vez más negativo y los efectos del cambio climático y la sequía (que obligan a una gestión más eficiente del agua), Irrigación ha bajado el número de empleados año a año, ha congelado los sueldos de los funcionarios (que son los mínimos que pueden haber) y al inicio de este 2023 no otorgó el bono que dio la Provincia.
La actual gestión al frente de Irrigación realiza un ajuste del gasto corriente y un trabajo en la eficiencia del gasto, desde que comenzó, en el 2017.