MUNDO
Desde ahora, el abecedario tiene 27 letras

Haciendo lo que ordenan otros. Independencia nunca...!
La RAE eliminó la "ch" y la "ll" porque se consideran diágrafos, por lo que, de manera oficial, no figuran más en el listado
La institución encargada de regular el idioma español, a través de un decreto, efectivizó el cambio que implica la eliminación de dos letras muy utilizadas en Argentina y otros países de habla hispana. Las letras que ya no están en el abecedario español son la "ch" y la "ll".
La justificación brindada por dicha academia es que ambas letras se consideran dígrafos, es decir, una secuencia formada por un par de letras que representa un único sonido, por lo que el objetivo es simplificar y unificar.
La RAE argumentó esta decisión al detallar que, en el contexto de un lenguaje alfabético como el español, solo deben considerarse letras aquellos signos que son simples. Más allá de su eliminación del abecedario, las letras "ch" y "ll" se siguen utilizando, aunque oficialmente no estén en el abecedario actual.
De esta manera, el abecedario el español queda reducido a 27 letras: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.
Así, se ha puesto punto final a una equivocación que llegó hasta las aulas y se instaló por décadas en la sociedad. La institución con sede en España confirmó la decisión y luego se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La RAE tiene como misión "conservar el genio propio de la lengua", tal como este ha ido consolidándose con el correr de los siglos, así como de establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor.
La institución ha concretado un debate que lleva años de discusiones. Según la RAE, la exclusión de los dígrafos ch y ll del inventario de letras del abecedario no supone que desaparezcan del sistema gráfico del español, ya que estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras de la lengua española.
Según ha explicado la RAE, esta medida busca "simplificar y unificar" el abecedario español, así como facilitar su aprendizaje y su uso. Asimismo, ha indicado que se trata de una cuestión ortográfica, que no afecta a la pronunciación ni a la gramática de la lengua española.