POLITICA
Paro nacional: acatamiento dispar en el país y la infaltable chicana del Gobierno contra la medida de fuerza

En Mendoza, la medida de fuerza pasó casi desapercibida: las escuelas abrieron normalmente y solo se vieron afectadas las entidades bancarias y el transporte aéreo.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, expresó por las redes sociales: “Hoy se trabaja. Nunca un paro le trajo beneficio alguno a la sociedad en su conjunto”.
La medida de fuerza tuvo un impacto dispar en las provincias, con muchas actividades que se desarrollaron con relativa normalidad. El funcionamiento del transporte urbano, aunque con demoras por la alta demanda, permitió que gran parte de la población pudiera asistir a sus lugares de trabajo. Las excepciones más marcadas se dieron en sectores como la aviación, los bancos y la recolección de residuos.
En Mendoza, el paro tuvo bajo impacto: las escuelas abrieron normalmente y solo se vieron afectadas las entidades bancarias y el transporte aéreo.
En Córdoba, los colectivos circulan con normalidad, el estacionamiento medido funciona y las oficinas municipales están abiertas, aunque algunos empleados adhirieron al paro. La recolección de basura, en cambio, fue suspendida.
En Santa Fe, la protesta tuvo mayor visibilidad con una olla popular convocada por gremios y organizaciones sociales en la plaza San Martín de la capital provincial. En Chubut, el gremio de trabajadores petroleros decidió no adherir a la huelga, al señalar que “la CGT nacional no nos va a auxiliar porque fracasó con la gestión de Milei”, según expresó Carlos Gómez, secretario adjunto del gremio.
En Tierra del Fuego se convocó a una movilización y los colectivos operan con frecuencia reducida, similar a un feriado.
Situación similar se vivió en Misiones, donde los establecimientos educativos, tanto públicos como privados, permanecieron abiertos. En Entre Ríos, en cambio, se notó una menor circulación de personas y los colectivos operaron al 50% de su capacidad.
En Corrientes, a pesar de la adhesión del gremio bancario a nivel nacional, las sucursales del Banco Nación y del Banco de la Provincia trabajaron con normalidad.
En contraste con otras provincias, en La Rioja y Santiago del Estero no hubo servicio de transporte urbano, ya que las empresas estatales que operan los colectivos adhirieron a la medida. Tampoco hubo atención en dependencias públicas y el comercio funcionó parcialmente.
La huelga, que se extenderá por 24 horas, cuenta con el apoyo de ambas Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA). Es el tercer paro nacional que impulsa la CGT desde que Javier Milei asumió la presidencia, y tiene como eje de protesta las políticas económicas del Gobierno.
El paro fue precedido por una movilización al Congreso el miércoles 9, en coincidencia con la protesta mensual que realizan los jubilados ese mismo día.
El transporte fue uno de los sectores más afectados, aunque con excepciones importantes. Si bien la Unión Tranviarios Automotor (UTA) adhirió formalmente al paro, explicó que no puede implementarlo en gran parte del país debido a la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo. No obstante, las delegaciones de UTA en Santiago del Estero y La Rioja se sumaron a la huelga y suspendieron el servicio de colectivos.
En contraste, todos los servicios de trenes operados por Trenes Argentinos —incluidos los metropolitanos, regionales y de larga distancia— quedaron paralizados durante toda la jornada. También se suspendieron los subtes en la Ciudad de Buenos Aires, debido a la adhesión total de los metrodelegados.
En el sector aéreo, Aerolíneas Argentinas canceló 258 vuelos, lo que afectó a unos 20.000 pasajeros. La medida fue acompañada por los gremios APLA, APA, UPSA y ATEPSA. Por tratarse de una actividad esencial, los controladores aéreos deben mantener un nivel mínimo de operatividad, por lo que el funcionamiento general se estima en un 45%.
JetSMART canceló todos sus vuelos de cabotaje y reprogramó los internacionales. Flybondi concentró su operación en el aeropuerto de Ezeiza y espera concretar 51 vuelos. El Grupo LATAM también reprogramó su actividad debido a la adhesión del personal de Intercargo, la empresa estatal encargada del servicio de rampa en los aeropuertos.